En Star 80 tuvimos la suerte de hablar con Joaquín Montoya, la otra mitad de Azul y Negro, grupo pionero de la música electrónica en España. En una charla cercana y llena de recuerdos, Joaquín nos cuenta cómo empezó en la música, anécdotas del grupo y sus proyectos actuales.
De la música clásica al tecno pop
Joaquín empezó tocando un piano de juguete junto a su hermano, pero rápidamente se tomó la música en serio. Estudió en los conservatorios de Cartagena y Murcia, y llegó a ser profesor de piano. Lo suyo era la música clásica, hasta que apareció Carlos García-Vaso y le propuso crear algo diferente.
El nacimiento de Azul y Negro
Carlos y Joaquín ya se conocían de antes: ¡Joaquín incluso tocó el órgano en su boda! Compartían sesiones de música en Cartagena y, años después, decidieron unir fuerzas. Cada uno componía desde su ciudad (Madrid y Cartagena), grababan maquetas en casete y se las llevaban a Julián Ruiz, su productor. Así nacieron himnos como La Noche, Digital, No Smoking, Babel o Suspense.

Tecnología precaria, creatividad total
En los 80, sin Internet ni herramientas digitales, grababan con sintetizadores primitivos, pistas limitadas y mucha inventiva. Luis Cobos, dueño del estudio donde grababan, incluso llegó a retirar su sintetizador tras escuchar lo que Joaquín había logrado con él. No se lo podía creer.
La separación, otros caminos y el reencuentro
Tras la separación en los 90, Joaquín se centró en otros proyectos: fundó Picolísimo Orquesta y trabajó con Tennessee, produciendo arreglos y tocando en directo (¡incluso en el Palau Sant Jordi!). Pero fue el COVID lo que provocó el reencuentro con Carlos. A raíz de la enfermedad, retomaron el contacto y crearon juntos el disco Perseverance (2021), seguido por Los Colores de la Edad (2023), esta vez trabajando a distancia con la ayuda de Internet.
Música “importada” desde Cartagena
Una anécdota buenísima: en los años de la Ruta del Bakalao, Joaquín grababa temas electrónicos en Valencia que luego eran prensados en vinilo sin firma… y vendidos como “música de importación”. Made in Cartagena, pero haciéndose pasar por novedades internacionales. ¡Épico!

¿Habrá más discos?
Tal vez. La venta de CDs es mínima y hacer vinilos sin apoyo logístico es complicado. Pero Joaquín no lo descarta: “Aunque sea, hacemos 4 o 5 temas y los regalamos por redes”.
Legado de Azul y Negro
Joaquín no se arrepiente de nada, aunque reconoce que quizás podrían haber trabajado más en mantener vivo el proyecto. Aun así, están orgullosos de la fidelidad del público. “Los que nos siguieron entonces, siguen ahí. Y eso es un regalo”.

Aquí abajo te dejamos el podcast por si todavía no has escuchado la entrevista completa.
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