Los inicios de un nombre artístico
Federico Di Buonaventura decidió simplificar su nombre artístico a Fred Ventura porque sonaba mejor para la música de discoteca. En los 80, junto a su productor Roberto Turati, empezó a labrarse un camino dentro del movimiento Italo Disco, muy ligado a la cultura electrónica que se expandía por Europa.
España, un lugar especial
Fred guarda un cariño especial por Barcelona y Cataluña, donde actuó varias veces en los 80 en discotecas como Zodiac (Terrassa) o en ciudades como Manresa. Allí dejó huella con shows en directo que muchos aún recuerdan. También volvió en distintas épocas, colaborando en clubs y proyectos, siempre conectado con el público español.
Influencias y salto al Italo Disco
Aunque su base estaba en sonidos post-punk, new wave y synth-pop, pronto encontró un punto en común con el Italo Disco. Su primera producción, Zeit (1984), fue el inicio de una carrera marcada por colaboraciones con productores de renombre y la creación de temas como The Years, considerado su más emblemático.
Entre la creatividad y la industria
Durante los 80 trabajó con sellos como Time Records, escribiendo también para otros artistas. Sin embargo, no siempre estuvo de acuerdo con la visión comercial de los productores: mientras ellos buscaban hits de masas, él prefería un enfoque más personal y experimental. Aun así, de esa época salieron discos importantes como East and West (1989).

Cambios y nuevas direcciones
Con la llegada de los 90, Fred se sintió menos identificado con el sonido más acelerado que dominaba Japón y parte de Europa. Se volcó en estilos como el house de Chicago y la techno, explorando otras formas de producción, aunque dejando de lado el canto durante un tiempo.
El renacer con Italoconnection
En 2010 fundó junto a Paolo Gozzetti el proyecto Italoconnection, con el que reinterpreta el legado ochentero pero con un aire moderno. Su propuesta mezcla la esencia del Italo Disco con sonidos actuales, sin caer en la nostalgia.
Han producido discos propios, remezclas y colaborado con artistas como Peter Wilson, James Knight o La Prohibida, manteniéndose siempre activos con lanzamientos en vinilo y digital.
Reflexión sobre la industria musical
Fred reconoce que en los 80 muchos artistas no supieron manejar la parte empresarial: contratos, royalties y derechos. Él mismo no percibió ingresos por sus discos de aquella época. Hoy la situación no es más fácil: en un mercado digital saturado, plataformas como Spotify apenas generan beneficios para quienes no son súperestrellas.
La historia de Fred Ventura es la de un artista que, lejos de encasillarse en la nostalgia, ha sabido evolucionar su sonido y mantenerse activo durante décadas. Su viaje del Italo Disco clásico a Italoconnection demuestra que la pasión por la música, cuando es auténtica, nunca caduca.